No se asusten mientras leen esto, hay muy pocas formas de describir la música de Sufjan Stevens que no sean con superlativos. Y más para mí. El oriundo de Detroit es uno de mis cantautores favoritos, un músico extraordinario que tiene una visión rica la cual no ha dejado de plasmar en su prolífica carrera. Sufjan Stevens presents…Greetings from Michigan, The Great Lake State, desde ahora abreviado como Michigan, es sumamente importante en la carrera del artista ya que, como si de un big bang se tratara, su tercer álbum es el umbral de todo lo que estaba por venir. Un universo de musicalidad y creatividad en expansión hasta el día de hoy.

La promoción de Stevens sobre lanzar 50 álbumes, cada uno dedicado a todos los estados que conforman los Estados Unidos de América, fue solo eso, un ardid publicitario. Tan solo hay uno más en esta serie: Illinois lanzado dos años después de Michigan, y en términos relativos, aun más laureado que el álbum que aquí reseño. Si eres fan de Sufjan, probablemente tienes una idea de lo que hablo y hasta has de tener tu preferido; si eres nuevo, primero deberías saber que te estas perdiendo de algo grandioso. Segundo, en opinión personal, pienso que el tiempo ha favorecido más a la primera gran obra maestra de Sufjan Stevens: sí, Michigan.

En la ambición de lo que Sufjan relata en este álbum y las incontables texturas de sus 15 canciones se esconden demasiadas ideas, todas estas soportadas en un único concepto: el estado que lo vio nacer. Sufjan ya es reconocido hoy en día por escribir de manera penetrante y perspicaz, más aun en este álbum y su sucesor espritual, Illinois. (Entre estos dos trabajos está Seven Swans, un conjunto de canciones más templadas pero no menos emocionantes). Esa audacia para combinar su visión, su vida y su conciencia con eventos, historia y las condiciones sociales del estado donde Sufjan creció es desequilibrante.

No hay mejor ejemplo de lo penetrante que es el álbum que la canción que dedica a la capital de Michigan, la ciudad donde nació, y la que es hoy en día famosa por ser una sombra de lo que alguna vez fue: ‘Detroit, Lift Up Your Weary Head! (Rebuild! Restore! Reconsider!)’. Empieza justo con lo que menciono: “Once a great place, now a prison”, para después recitar sobre la propulsiva instrumentación todo aquello que alguna vez hizo grande a la ciudad pero que se combina con todos los males que le aquejan, desde Henry Ford hasta el desempleo. También notable es ‘For the Widows in Paradise, for the Fatherless in Ypsilanti’, una de las melodías más memorables del álbum, la canción basada en una ciudad en la que la mayoría eran mujeres, Stevens imagina que la historia de Paradise, Michigan aun mas trágica de lo que le pareció cuando la visitó.

Veinte años después es notable ver estos ejercicios de creatividad lírica, que al final no dejan de venir del corazón del cantautor, florecer con soltura. Y, como mencioné antes, Sufjan demuestra habilidad en relacionar un lugar con una historia ya sea inspirada en su propia vida o simplemente un sencillo relato en el que puede reflexionar sobre algo en partícular. ‘Holland’ un número acústico de mis preferidos, es un simple recuento de un amor de verano, muy probablemente ocurriendo en el lugar homónimo. Las armonías vocales y la creciente instrumentación que nunca te abruma muestran que esta es una clara influencia de muchas canciones que Sufjan publicó años después. Y lo mismo con ‘Romulus’, otro tema acústico conmovedor, y este, aun más desgarrador. Sufjan en esta reflexión habla del abandono que sintió de su madre, quien a pesar del trato que le dio a él y sus hermanos, no podía evitar sentir miedo a que se fuera. La forma en la que interpola la historia de Rómulo y Remo y a su vez, el nombre de un suburbio de Detroit es fascinante.

Finalmente, volveré a traer a colación Illinois; un álbum aun más ambicioso, considerado una grabación indispensable de los dos miles. Y es que, por más laureado que sea ese álbum, Michigan es, por lo menos, más inmediato, lo cual le ha permitido envejecer con mayor gracia. No me malentiendan, Illinois es indudablemente una joya de la música de este siglo, pero Michigan, en sí es un esfuerzo más personal y enfocado (sin tanto interludio), que se mantiene sin mucho esfuerzo esencial hasta hoy. No tiene mucho tiempo que escuché por primera vez, gracias al streaming, ‘Wolverine’, una canción extra del álbum. La forma en la que esta me envolvió sin problemas y a su vez me hizo disfrutar más a un artista que ya me encanta es sencillamente gratificante y es prueba de todo lo que Michigan fue, es y será. Larga vida a Sufjan Stevens.

Rest in my arms
Sleep in my bed
There’s a design
To what I did and said